Puedes recorrer los mercados locales, probar la comida de los puestos callejeros, beber una taza de té o experimentar la sensación de serenidad de un templo budista. Pasa un día como un vietnamita. También puedes pasear por sus bellos jardines, regalar una rosa a tu pareja, beber una taza de delicioso café o pedir un deseo en la iglesia. Disfruta de un día como lo hacen los franceses. Esto es Vietnam, un país que combina a la perfección el encanto oriental con el romanticismo francés.
Por supuesto, un viaje a Vietnam es mucho más que eso: busca la salida en los túneles de Cu Chi; maravíllate ante los bellos paisajes de la bahía de Halong; siente la cultura y las costumbres auténticas en el delta del Mekong...
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